miércoles, 13 de abril de 2016

Maneras de vivir

A estas alturas está muy claro para todos nuestros seguidores que Sos Alkerdi defiende un patrimonio: el patrimonio cultural y el entorno natural de Urdazubi- Urdax.  Queremos que las futuras generaciones no nos echen en cara nuestra dejadez y que no digan que fuimos los que lo echamos todo a perder.



Pero también queremos que a nuestra generación le dejen vivir en paz. Entre nuestra riqueza están unas formas de vida que podrían verse muy afectadas por  los destrozos que la cantera, con sus voladuras y nuevas formas de explotación, ocasionaría en el pueblo.



Así es que hoy toca rendir homenaje a esa manera de vivir nuestra que para nada está obsoleta (somos un pueblo del siglo XXI) y que queremos seguir manteniendo porque es la que nos da riqueza y bienestar a todos y,  (que no lo olviden los que nos gobiernan), recauda muchos impuestos.
Tradicionalmente los urdazubitarras se dedicaban a la ganadería. Aún hoy es fácil encontrarse rebaños de ovejas y vacas pastando en cualquier prado. Los que viven de los animales son cada vez menos pero aun quedan unos cuantos. Entre ellos  una quesería que ha ganado numerosos premios.



El turismo está cogiendo mucho auge en nuestro pueblo. Un pequeño hotel, las casas rurales, los restaurantes y los lugares a visitar (cueva de Ikaburua, museo, exposición de pintura y molino)  generan riqueza y numerosos puestos de trabajo.




Carpinteros, fontaneros, albañiles y constructores en general, no se verían quizás afectados en su trabajo si se concede el permiso de voladuras a la cantera. O, a lo mejor, si. A lo mejor, este colectivo saldría ganando y estaría desbordado arreglando todos los desperfectos que ocasionarían los explosivos en las casas. En fin, mejor cambiar de tercio no vaya a ser que se lo piensen y se pongan a favor de la cantera...
Si hablamos de trabajo, el sector servicios se lleva la palma. Las tiendas de Dantxarinea dan trabajo a más de 500 personas.
Pero la manera de vivir es mucho más que de dónde se saca uno el sueldo. Por nuestra forma de vida entendemos también el poder dar un paseo tranquilos, el disfrutar de un paisaje privilegiado, la posibilidad de toparnos inesperadamente con un animal o una planta especiales. Nos gusta la vida de un pueblo pequeño donde nos puede despertar el canto de un gallo pero no el tráfico pesado.



No hemos hecho un estudio cuantitativo de como nos afectaría la nueva explotación de la cantera de mármol con sus voladuras de grandes cargas y sacando un montón de camiones de gravilla al día. En todo caso, es seguro que perderíamos calidad de vida, puestos de trabajo y riqueza. Eso, además de poner en peligro de forma irrecuperable nuestro patrimonio histórico y natural. ¿Todavía duda alguien de por qué estamos en contra de este despropósito?

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